representación de la batalla del monte de las cruces

La Batalla del Monte de las Cruces, librada el 30 de octubre de 1810, fue un enfrentamiento clave en la Guerra de Independencia de México. En ella, las fuerzas insurgentes, lideradas por Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende y Juan Aldama, se enfrentaron a las tropas realistas comandadas por el coronel Torcuato Trujillo. A pesar de la victoria insurgente, la decisión de Hidalgo de no avanzar hacia la Ciudad de México ha sido objeto de debate entre historiadores.

Contexto histórico

A comienzos del siglo XIX, el Virreinato de la Nueva España se encontraba sumido en un ambiente de inestabilidad provocado por sucesos tanto internos como externos. La invasión napoleónica a la Península Ibérica en 1808 y la consecuente abdicación de Fernando VII dejaron un vacío de poder en la monarquía española, lo que generó una crisis de legitimidad en sus colonias americanas. Esta situación alentó el surgimiento de movimientos autonomistas, especialmente entre los criollos, quienes se sentían excluidos del poder político y económico en favor de los peninsulares.

En este contexto de descontento, el 16 de septiembre de 1810 estalló en el pueblo de Dolores, Guanajuato, una rebelión encabezada por el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla, acompañado por militares como Ignacio Allende y Juan Aldama. Este levantamiento, que comenzó como una protesta contra el mal gobierno, se transformó rápidamente en un movimiento armado de dimensiones masivas.

Tras una serie de victorias iniciales, incluyendo la toma de la Alhóndiga de Granaditas y el control de importantes ciudades del Bajío como Celaya y Valladolid, los insurgentes se dirigieron hacia la capital del virreinato: la Ciudad de México. El ejército comandado por Hidalgo creció exponencialmente hasta superar las decenas de miles de hombres, en su mayoría campesinos mal armados, pero motivados por el deseo de cambio. La amenaza que representaba esta multitud rebelde provocó una rápida reacción de las autoridades virreinales, que comenzaron a organizar la defensa de la capital, previendo un inminente enfrentamiento.

Preparativos de la Batalla del Monte de las Cruces

Tras la toma de Toluca el 28 de octubre de 1810, las fuerzas insurgentes, lideradas por Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y Juan Aldama, se prepararon para avanzar hacia la Ciudad de México. El virrey Francisco Xavier Venegas, consciente de la amenaza, encargó al coronel Torcuato Trujillo organizar la defensa en el Monte de las Cruces, cerca de Cuajimalpa. Trujillo contaba con aproximadamente 2,500 soldados, incluyendo batallones del Regimiento Provincial de Tres Villas y Dragones de España, mientras que los insurgentes sumaban entre 80,000 y 100,000 hombres, aunque solo una fracción estaba bien armada y entrenada.

El 29 de octubre, Trujillo recibió informes de que los insurgentes podrían intentar flanquear sus posiciones cruzando el puente de Atengo. Aunque ordenó su destrucción, una división insurgente al mando de Mariano Jiménez ya había cruzado, desbaratando las avanzadas realistas y dirigiéndose a Cuajimalpa. Ante esta situación, Trujillo decidió retirarse al Monte de las Cruces, donde recibió refuerzos consistentes en dos piezas de artillería, cincuenta jinetes y trescientos treinta mulatos bien armados, enviados por el virrey Venegas.

Mientras tanto, los insurgentes avanzaban por varias rutas hacia el Monte de las Cruces. El 30 de octubre, ambos ejércitos acamparon frente a frente. Trujillo eligió una posición en la falda del cerro conocido como las Peñas, una meseta estrecha y pedregosa, dominada por diversas alturas cubiertas de vegetación, lo que resultó ser una disposición desventajosa.

El plan de batalla insurgente consistía en un ataque frontal liderado por Ignacio Allende, mientras Mariano Jiménez ejecutaba una maniobra envolvente para flanquear al enemigo por la izquierda. Aunque la ejecución del plan no fue perfecta, fue suficiente para lograr la victoria en la batalla que se avecinaba.

El Desarrollo del Combate

El 30 de octubre de 1810, al amanecer, dio inicio la Batalla del Monte de las Cruces. Las tropas realistas, dirigidas por el coronel Torcuato Trujillo, estaban posicionadas en una meseta angosta y elevada, rodeada por terrenos boscosos, lo que les otorgaba cierta ventaja defensiva. Sin embargo, esa misma geografía complicada también limitaba sus movimientos y visibilidad.

Por su parte, los insurgentes contaban con una enorme superioridad numérica —entre 80,000 y 100,000 hombres— aunque con un escaso número de soldados armados y entrenados formalmente. El grueso del ejército de Hidalgo consistía en campesinos y civiles con herramientas de labranza, palos y piedras como armas.

mapa de la batalla del monte de las cruces

La batalla comenzó con un ataque frontal liderado por Ignacio Allende, quien cargó directamente contra las posiciones realistas. Al mismo tiempo, Mariano Jiménez flanqueó al enemigo por la izquierda, tal como se había planificado el día anterior. Esta maniobra fue clave, ya que logró romper la línea defensiva de Trujillo por el costado menos protegido.

Los realistas ofrecieron una férrea resistencia. Gracias a su artillería y mejor entrenamiento, lograron contener el avance insurgente durante varias horas. Sin embargo, la presión constante, la cantidad de combatientes enemigos y los ataques por ambos flancos comenzaron a minar sus filas. El terreno irregular y la falta de refuerzos también jugaron en su contra.

Finalmente, al verse superado, Trujillo ordenó la retirada hacia la Ciudad de México. Las bajas fueron significativas en ambos bandos, aunque más notorias entre los insurgentes, debido a su escasa preparación militar. No obstante, la retirada realista selló la victoria insurgente en una de las batallas más sangrientas de toda la guerra de independencia.

Consecuencias de la Batalla

La victoria insurgente en el Monte de las Cruces tuvo un impacto profundo tanto en lo militar como en lo político y psicológico. Desde el punto de vista estratégico, la retirada de las tropas realistas dejó el camino libre hacia la Ciudad de México. Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y el resto de los líderes insurgentes se encontraban, por primera vez, a las puertas de la capital del virreinato, con un ejército inmenso que generaba temor entre la población y las autoridades virreinales.

hidalgo en la batalla del monte de las cruces

Sin embargo, en lugar de avanzar de inmediato sobre la ciudad, Hidalgo tomó una decisión inesperada: ordenar la retirada hacia el Bajío. A pesar de contar con una ventaja significativa, prefirió evitar un posible baño de sangre o enfrentamientos urbanos que pudieran causar la muerte de miles de civiles. Esta decisión ha sido objeto de intensos debates históricos. Algunos la interpretan como un acto de humanidad; otros la consideran un error estratégico que dilapidó la oportunidad de capturar la capital y consolidar el movimiento independentista en su etapa inicial.

Por su parte, el virrey Venegas utilizó esta pausa para reorganizar las fuerzas realistas. Ordenó la conformación de un nuevo ejército al mando de Félix María Calleja, quien más adelante obtendría importantes victorias contra los insurgentes, incluyendo la crucial Batalla de Aculco.

En el plano social y político, la Batalla del Monte de las Cruces fue un mensaje claro de que la insurrección no era una simple revuelta local, sino un levantamiento de dimensiones nacionales. También fortaleció momentáneamente la moral del ejército insurgente, al demostrar que podían derrotar a tropas profesionales del ejército virreinal.

FAQS

¿Qué sucedió en la Batalla del Monte de las Cruces?

La Batalla del Monte de las Cruces fue un enfrentamiento crucial ocurrido el 30 de octubre de 1810 durante el inicio de la guerra de independencia de México. El ejército insurgente, liderado por Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y Juan Aldama, se enfrentó a las fuerzas realistas que intentaban frenar su avance hacia la Ciudad de México. Fue una de las primeras grandes victorias insurgentes, aunque no se aprovechó completamente por la posterior retirada de los rebeldes.

¿Quién ganó en el Monte de las Cruces?

El ejército insurgente obtuvo la victoria en la Batalla del Monte de las Cruces, logrando superar a las tropas realistas y dejando libre el camino hacia la capital del virreinato. Sin embargo, pese al triunfo, los insurgentes decidieron no avanzar sobre la Ciudad de México, lo que generó debates históricos sobre la eficacia de esta decisión.

¿Dónde está el Monte de las Cruces?

El Monte de las Cruces se ubica en el actual Estado de México, entre las poblaciones de Toluca y la Ciudad de México. En 1810, esta región montañosa marcaba uno de los accesos naturales a la capital desde el occidente del virreinato.

¿Quién participó en la batalla del Monte de las Cruces?

Participaron, por el lado insurgente, líderes como Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y Juan Aldama, al frente de un ejército compuesto principalmente por campesinos y civiles. Del lado realista, las tropas fueron dirigidas por Torcuato Trujillo y otros oficiales virreinales, quienes intentaban contener el avance de los insurgentes hacia la capital.

¿Cuáles fueron las causas de la batalla del Monte de las Cruces?

Las causas de la batalla están vinculadas al inicio de la guerra de independencia de México. Tras el Grito de Dolores, el movimiento insurgente creció rápidamente, ganando batallas como la toma de la Alhóndiga de Granaditas. Su avance hacia la Ciudad de México alarmó a las autoridades virreinales, que intentaron detenerlos en el Monte de las Cruces, uno de los últimos puntos estratégicos antes de llegar a la capital.

Referencias

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