José Mariano de Michelena: Biografía y qué hizo en la Independencia de México

José Mariano de Michelena nació en Valladolid, hoy en día llamada Morelia, en Michoacán, en el año 1772. Licenciado en derecho, se alistó en el ejército donde llegó a ser teniente. Conoció de cerca a los líderes de la Independencia de México, sobre todo a Ignacio Allende, pero fue exiliado a España, donde luchó contra las tropas de Napoleón. Volvió a México una vez proclamada la Independencia. Allí formó parte del Trienio Liberal además de ser embajador de México en Reino Unido y delegado en el congreso de Panamá.
Biografía de José Mariano de Michelena
Un 14 de julio de 1772 nacia en la ciudad de Valladolid, hoy en día Morelia, José Mariano de Michelena. De su infancia no sabemos mucho, pero sabemos que estudió derecho, por lo que debía ser de buena familia. En 1806 le picó el gusanillo de ser militar, y se unió al Regimiento de Infantería de la Corona, donde llegó a ser teniente.
Pocos años antes, el virrey José Iturrigaray fundó el cantón de Jalapa, un lugar que era atacado por corsarios británicos con la intención de saquear, como no. Allí fue destinado el bueno de Michelena para combatir a los corsarios que venían a asaltar las costas mexicanas.
Fue en esta etapa de su vida que conoció a los criollos Ignacio Allende, Juan Aldama, Arias y Mariano Quevedo entre otros que luego serían líderes en la insurrección mexicana. Durante este período llegaron a Jalapa las noticias de la conquista de Napoleón a la Península Ibérica, la caída de Fernando VII y la crisis política que se estaba viviendo en la Ciudad de México con la caída de Iturrigaray y el ascenso del virrey Pedro Garibay, anteriormente Mariscal de Campo.
De vuelta en Valladolid, Michelena se encontró que gran parte de sus amigos y familiares, como su hermano Nicolás de Michelena, se habían unido a la sublevación ya que Napoleón había invadido España y por ende, el control de las provincias en América pasaba al Imperio Francés. En él fijo la misión de propagar esas ideas, y se dirigió a Pátzcuaro, Guanajato y Querétaro, donde coincidiría con la máxima autoridad de la revolución, Ignacio Allende.
El 21 de diciembre e de 1809 se iba a producir la sublevación, conocida popularmente como Conjura de Valladolid, pero alguien se fue de la lengua. La información acerca del levantamiento llegó a oídos del cura Manuel de la Concha, del Sagrario de la Catedral de Valladolid, quien rápidamente alerto a las autoridades virreinales. El mismo día en que se iba a producir el levantamiento se produjo la detención de los insurgentes por orden el gobernador José Alonso Terán, detención en la que intervendría Agustín de Iturbide, que en un futuro no muy lejano acabaría uniéndose a la rebelión y proclamándose primer emperador mexicano, pero en estos tiempos aún luchaba a favor de los intereses hispanos.
José Mariano de Michelena acabo detenido entre los conspiradores y fue retenido en el Convento del Carmen, ya que el virrey arzobispo Linaza no quería que volvieran a sucederse eventos como los de la crisis política de 1808. Poco le duro el cautiverio, pues en 1810 ya había sido reasignado a su antigua ubicación en Jalapa. Pero menos le duró la libertad, puesto que el 14 de setiembre de 1810 se produjo el levantamiento encabezado por Miguel Hidalgo y su famoso Grito de Dolores, y una de las medidas que tomó el virrey Francisco Javier Venegas fue la de encerrarlo de nuevo en el Castillo de San Juan de Ulúa, frente al puerto de Veracruz, donde permanecería encerrado dos años.
Hay un texto de Juan Antonio Lerdo de Tejada escrito en marzo de 1812, que cita explícitamente a José Manuel de Michelena como líder de esta conspiración, pero sabemos que no se lo condeno, en principio, no existían pruebas que lo relacionaran con el levantamiento. El resto de sublevados no corrió la misma suerte y fueron fusilados el 29 de julio de 1812.
José Mariano Michelena es enviado a España
Después de la aventura en Veracruz, fue enviado a España a participar en la Guerra de la Independencia. Allí se ve que lo hizo muy bien, porque llegó a ser capitán del Regimiento de Burgos, Entre las diferentes batallas en las que participó este regimiento junto a Michelena esta la Batalla de Bayona, en la que definitivamente se retiró el ejército francés.

Años después fue enviado a La Coruña y estando allí se inició el levantamiento de 1819, antecedente de la Revolución de Riego. Pasados estos acontecimientos, le fue entregada el acta de diputado en las Cortes del Trienio Liberal para representar a Michoacán, por lo que pasó al grupo de diputados americanos que abogaba por la autonomía de las provincias americanas. Llegó a presentar propuestas para que eso se llevara a cabo, pero los liberales españoles las rechazaron todas.
Corría el año 1821 y en México Agustín de Iturbide declaraba el Plan de Iguala y con él la Independencia de México. Michelena recogió sus bártulos y regresó a su tierra natal. Pero su regreso no sería nada fácil, ya que nada más regresar se puso en contra de Iturbide y su plan de Iguala. Su oposición a los planes de Iturbide fue tal que llegó a conspirar con Ramos Arizpe y la Casa Mata para enfrentarse al ya declarado Emperador Iturbide.
José Mariano de Michelena vuelve a México
La abdicación forzada de Iturbide el 19 de febrero de 1823 abrió nuevas oportunidades para Michelena, quien fue elegido para integrar el Poder Ejecutivo como suplente del general Nicolás Bravo.
Junto a Miguel Domínguez y el general español Pedro Celestino Negrete, partidario de la independencia, Michelena se vio inmerso en un triunvirato que catalizó la salida de Iturbide del país y la anulación del Plan de Iguala y el Tratado de Córdoba.
En junio de 1824, Michelena asumió el rol de primer ministro plenipotenciario de México en el Reino Unido, con la misión de obtener el reconocimiento británico y asegurar acuerdos comerciales y apoyo militar. Su gestión en Londres contó con la colaboración de otros hispanomexicanos como Tomás Murphy y Manuel E. Gorostiza.
De visita en Gran Bretaña
Allí, no se quedó corto en ofrecimientos a los británicos, al igual que sus pares de Colombia y Argentina, con tal que esto les dieran el reconocimiento. Estos ofrecimientos iban desde la creación de una “unión hispanoamericana, apoyar a los liberales españoles para derrocar a Fernando VII, conceder favores a los países que también los reconocieran o apoyar a Prúsia para dividir a la Santa Alianza, alianza entre Rúsia, Prúsia y Austria que en ese momento luchaba en Europa contra la expansión del liberalismo y del secularismo fruto de la Revolución Francesa. El 30 de diciembre de 1824, el ministro Canning declaró que Gran Bretaña reconocía a los tres gobiernos.
De regreso en México ya en el año 1825, Michelena se encontró en medio del enfrentamiento entre facciones políticas rivales. En compañía de Ramos Arizpe y Gómez Pedraza, participó activamente en las luchas políticas de los primeros años de la independencia, siendo designado delegado mexicano en el Congreso de Panamá convocado por Simón Bolívar en 1826.
Sin embargo, en 1833, tras verse envuelto en una revuelta política, Michelena fue encarcelado y expulsado del país, lo que lo llevó a refugiarse en Morelia (Michoacán), donde permaneció retirado hasta el final de sus días.