Roma entra en la conquista de Hispania, los Escipiones

Aníbal conquista Sagunto y pone rumbo a Roma vía los Alpes pasando por los Pirineos. Deja al mando a su hermano Asdrúbal de las tropas en la Península, y en la marca del Ebro a un tal Hannon.

Aníbal cruza los Alpes – Fuente Wikipedia

La caída de Sagunto cabreó bastante a los romanos, por lo que decidieron que se iban a conquistar y aniquilar todas las posesiones cartaginesas en Hispania.

Todo esto inició la conocida Segunda Guerra Púnica, y con ello la conquista romana de la Península Ibérica. Después de derrotar a los cartagineses, tardaron en conquistar el resto de la península unos 200 años.

Inició el año 218 a.C. con la llegada de los romanos a la Península y finalizó el año 19 a.C. con el final de las guerras cántabras.

Roma entra en la Península Ibérica, segunda guerra púnica

Como Martin Luther King, Aníbal tenía un sueño, derrotar a Roma. Una vez conquistó Sagunto decidió que había llegado el momento y para allí que se fue.

Los cartagineses sabían que por el mar eran inferiores a los romanos. Eso hizo que Aníbal cogiera a sus soldados, caballos y elefantes y se fuera a cruzar Pirineos y Alpes para llegar a Roma. Si has leído bien, con elefantes a cruzar esas dos cordilleras…

Los Hermanos Escipión, Cneo y Publio

Este acto hizo que Roma entrara en Hispania al mando de los hermanos Escipión, Cneo y Publio Cornelio, a través de la colonia griega de Emporion. El objetivo era cortar los suministros del cartaginés en su campaña por Itália.

Murallas romanas de Emporion – Fuente Wikipedia

Cneo tomó las ciudades costeras del norte del Ebro y estableció su residencia y base de operaciones en Tarraco.

Luego sucedió la primera batalla entre romanos y cartagineses en la Península, la de Cissa. Nadie sabe si está cerca de Tarraco o de Guissona, lo que sí sabemos es que los cartagineses sufrieron una clara derrota. Perdieron muchas tropas y Hannon y su colega Indíbil, líder de los Ilergetes, fueron capturados.

La segunda derrota la sufrió Asdrubal Barca, hermano de Aníbal, en el 216 a.C. Aunque en principio contaba con superioridad, los romanos aplastaron su flota en la desembocadura del Ebro. Luego los romanos siguieron avanzando hacia el sur y tomaron Sagunto en el 214 a.C.

Algo tenían los romanos con Sagunto ya que le dan mucha importancia a la toma de esta ciudad. Dicen que con ello se ganaron el favor de muchas tropas iberas ya que liberaron muchos rehenes que estaban ahí y los devolvieron a sus casas.

En el año 212 a.C. los hermanos Escipión decidieron que tenían que ganar más territorio a los cartagineses para que no se cuestionara su eficacia. Fueron hacia el sur, a ver si podían hacerse con las zonas mineras de Cartago y así cortar los suministros de los cartagineses. Recordemos que Aníbal estaba liándola por Itália.

Los cartagineses remontan

En la Península había ya 3 ejércitos cartagineses, uno comandado por Asdrúbal, otro por el otro hermano de Aníbal, Magón Barca y el tercero por un tal Asdrúbal Giscón. Los Escipiones se fueron a por ellos.

Recibieron noticias de que se encontraban por la zona de Amtorgis, que puede ser Mengíbar en Jaén o no. Las tropas romanas habían conseguido el apoyo de 20 mil celtíberos, por lo que veían que podían derrotar de una vez por todas a los cartagineses.

Cneo se quedó a combatir a Asdrúbal en Amtorgis y Publio cogió a una parte de sus tropas y fue a buscar a Magón y Giscón, que se encontraban a 5 días de distancia. Asdrúbal consiguió sobornar a los celtíberos para que desertaran y dejaran a Cneo con cuatro tropas.

Mientras tanto a Publio no le fue mucho mejor. Durante el camino lo fueron acosando los caballeros Númidas, guerreros muy hábiles que lanzaban lanzas con mucha puntería. Para rematar se enteró que el bueno de Indíbil se acercaba con un ejército considerable, por lo que creyó que ir a su encuentro sería una buena idea.

Caballero Númida

Los cartagineses se enteraron de la maniobra, lo siguieron y cuando entró en batalla contra Indíbil atacaron. El Escipión no paraba de dar moral a sus tropas, o eso dicen las crónicas, hasta que una lanza lo atravesó y murió en el acto. Los romanos empezaron a huir en desbandada y os podéis imaginar la masacre.

Cneo andaba en retirada con sus tropas mientras Asdrúbal los perseguía. Jodidos se debieron sentir cuando vieron que las tropas comandadas por Magón y Giscón se unían a la persecución. 

Los romanos intentaron una maniobra de distracción escapando de noche del campamento, pero los Númidas eran muy rápidos y los pillaron. Se refugiaron en una colina, pero fueron rodeados y finalmente masacrados, Cneo incluido.

Todo parecía tranquilo en Hispania pero los romanos no se podían permitir perder así como así, por lo que mandaron a Cayo Claudio Nerón y luego al hijo de Publio, Publio Cornelio Escipión, conocido por la historia como Escipión el Africano.

Bibliografía